miércoles, 16 de julio de 2008

Se acabó lo que se dió

Bueno, ya es miércoles después de Vaquillas, ya quedan atrás los mejores días del año y ya hemos superado ese momento de tristeza que nos llena de nostalgia; me refiero a la retirada del pañuelico entre el humo de la traca, la música de las charangas y las lágrimas de la gente. Ya hemos superado ese instante, al final de la noche del lunes en el que uno tiene que dejarse vencer por la evidencia y admitir que la cosa se acaba, que ya no queda nada por hacer en la calle y que hay que retirarse para volver a la rutina de siempre. Para mi, personalmente, ese es uno de los momentos más agrios del año, y le invade a uno la nostalgia cuando vuelve a casa y va viendo las peñas vacías, y la gente retirándose, con los primeros rayos del sol, arrastrando los pies y con las caras largas, como saboreando un sueño que se acaba, pero con la alegría de la experiencia de los tres últimos días, de las risas, de la diversión y con el sabor del trabajo bien hecho y de haber exprimido al máximo cada minuto pasado en la calle y en las peñas durante todas las fiestas. Como suele decirse, que nos quiten lo "bailao", y aunque sea un poco acudir al tópico, que nos sirva de consuelo pensar que hoy, queda ya un día menos para Vaquillas del año que viene. Hasta entonces, y para recordar los buenos instantes, nos queda este pequeño rincón para ver las fotos que vaya colgando y recordar con una sonrisa tal y cual momento de nuestras últimas fiestas grandes.


La tristeza de ese momento en el que un sueño se te esfuma entre los dedos, sin que se pueda
hacer nada para evitarlo. (Perdón por la pésima calidad de la foto, pero es lo normal cuando vas mamao como un piojo).

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