Bueno, ya es miércoles después de Vaquillas, ya quedan atrás los mejores días del año y ya hemos superado ese momento de tristeza que nos llena de nostalgia; me refiero a la retirada del pañuelico entre el humo de la traca, la música de las charangas y las lágrimas de la gente. Ya hemos superado ese instante, al final de la noche del lunes en el que uno tiene que dejarse vencer por la evidencia y admitir que la cosa se acaba, que ya no queda nada por hacer en la calle y que hay que retirarse para volver a la rutina de siempre. Para mi, personalmente, ese es uno de los momentos más agrios del año, y le invade a uno la nostalgia cuando vuelve a casa y va viendo las peñas vacías, y la gente retirándose, con los primeros rayos del sol, arrastrando los pies y con las caras largas, como saboreando un sueño que se acaba, pero con la alegría de la experiencia de los tres últimos días, de las risas, de la diversión y con el sabor del trabajo bien hecho y de haber exprimido al máximo cada minuto pasado en la calle y en las peñas durante todas las fiestas. Como suele decirse, que nos quiten lo "bailao", y aunque sea un poco acudir al tópico, que nos sirva de consuelo pensar que hoy, queda ya un día menos para Vaquillas del año que viene. Hasta entonces, y para recordar los buenos instantes, nos queda este pequeño rincón para ver las fotos que vaya colgando y recordar con una sonrisa tal y cual momento de nuestras últimas fiestas grandes.
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